Oscuridad Y Luz.
Miraba el techo. La Vida Pasar. Nadie alrededor. Encender la luz esa mañana fué lo mejor que podía hacer... Había un Eclipse, y la ciudad entera se apagó.
Buenos días Mundo... Me dije con una taza de café en la mano.
Las calles estaban vacías... Ni se me ocurría salir de casa.
En mí casa tenía mís rutinas. A veces me preguntaba: para qué, a lo que respondía: porque sí.
La tele llenaba las tardes, cuando no tenía quehaceres.
Y nada más... Un día, otro día, y otro.
Hasta que decidí cambiar de pueblo.
Me llevé mís trastos, y yo, Juan Gabriel, me fuí al pueblo de al lado.
Y descubrí... Que antes yo vivía en un pueblo muy tranquilo. Y que ahora donde estoy hay más Vida, más mundo por conocer.
Cambié mis horas delante del televisor, por paseos por la tarde. Y así fué como la conocí a ella.
Llevaba un perro blanco precioso.
Ella, se llamaba Merce, le pregunté la hora, y nos pusimos a hablar del perro, del tiempo, y de la Vida.
Empezaron a salir.
Quedaron día tras día, y así fué como comenzó ésta bonita historia de Amor.
Juan Gabriel, cambió la tranquilidad de su pueblo antiguo, por la nueva Vida y Amor en el nuevo hogar.
Y como veis, a veces los cambios traen bendiciones... Pero no Siempre. Otras veces és el Tiempo quien ordena Todo y lo pone en su lugar.
Y Colorín Colorado, éste cuento se ha acabado.
Sean Felices ❤️
Dyana Torres.
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