La historia de Howie Y Janny

   Había una vez, un chico moreno, guapo de ojos marrones, tatuado entero: cuello, nuca, cara, brazos y demás... Era indescifrable, tenía como códigos matemáticos en la misma piel.

Vestía de negro, aunque no era un ser de la oscuridad. Se llamaba Howie.

  Trabajaba día y noche, conectado a un ordenador, y cuando no estaba en casa, llevaba una tablet consigo. Era profesor de universidad. Estaba siempre corrigiendo exámenes. Y también investigaba sobre un cacharro lleno de cables. Era un dispositivo portátil, recubierto de plástico del cual salían tres cables: uno rojo, uno azul y otro verde. El era el único que sabía para valía eso; era misterioso.

  Un día conoció a una nueva alumna de primero, era rubia con mechas rojas, y lleva un tatuaje en la nuca el del Ying y el Yang. Ella hablaba español y francés, pues era Francesa y se había vivido a venir a España hace dos años, pero se matriculaba éste año en primero, ya que el pasado año estuvo trabajando de camarera en un bar.

   

   La Chica, tan guapa y simpática, se llamaba Janny.

  Un día, al salir de clase, Howie llevaba el dispositivo misterioso en la mano, y fué a saludar a Janny, y al darle la mano... Horror! Janny cayó como electrocutada al suelo. Le había dado una descarga...

Howie se puso nervioso, a buscar por sus bolsillos una botellita de agua, pero se la había dejado en la clase. Entonces... Estaba tan nervioso que... Le dió un beso en los labios... Y Yanny, como una bella durmiente encantada, despertó de repente. Se quedó así, con los ojos como platos, se levantó, y le dió una bofetada en la mejilla a Howie... Se levantó y se fué corriendo...

Howie, se quedó atónito... No podía dar crédito a todo lo que acaba de suceder en un momento. Se quedó quieto durante un minuto y se le encendieron las mejillas... Había besado a Janny...

   Mientras tanto, Janny llegó a su casa, y no sabía qué hacer de lo nerviosa que estaba. Se tomó un vaso de agua y se sentó encima de la encimera de la cocina. Su madre no estaba en casa. Su padre tampoco... Y ella, se pensaba que estaba a sus anchas en los columpios del parque... Era... Como si se le hubiese colapsado una neurona, porque ya no daba más de sí. No podía quitarse al profesor de la cabeza, Howie, Howie, Howie...

   El profesor, se marchó a su casa sin poder procesar tanta información. Cojió un libro de números griegos, y se quedó durmiendo... Soñaba... Soñaba.......

¿Sabéis con quién...? Con Janny, efectivamente. Soñó que estaban casados, que tenían niños y niñas, y hasta un perro. Se despertó de repente. Su gato le había lamido la cara.

Y... Ahora... ¿Cómo le iba a explicar su sueño a Janny?... Porque algo tendría que hacer con todo ésto...

   Día siguiente... Janny entró por la puerta a clase, y no sabía dónde meterse... Se puso por el final, en un ladito a la derecha.

Howie, parecía nervioso y se puso a llenar la pizarra de fórmulas en un momento, y los mandó a resolver un problema.

   Una hora después... Salieron todos los alumnos de clase, y la última en salir fue Janny... Se despidió ésta con un tímido adiós, cuando Howie le agarró por la mano y le dijo: "espera, tengo algo que contarte... Siento mucho lo del otro día."

   Se fueron a la cafetería, el se pidió un café, para asegurarse de que no estaba soñando ahora... Ella, se pidió unas hierbas, para no perder la cordura y prestarle una atenta y tranquila atención.

Y comenzó la charla...

Howie hablaba... Janny, escuchaba...

La atención que le estaba dando era sincera plena. Y... A los cinco minutos, El profe terminó... Se dice rápido, pero realmente hizo un esfuerzo por comunicarle un sueño tan... Profundo...

   Janny se autoservó de arriba a abajo, para comprobar que llevaba todo en su sitio. Pestañeó dos veces, y se cayó al suelo... Se le había bajado el liguero... Sí... Llevaba uno, porque dicen que dá buena suerte y ayuda a encontrar el amor. Howie se echó las manos a la cabeza... "Otra vez no... " Se dijo...

Entonces Janny, de repente se levantó, se subió el liguero y le dijo... "Sí, perdona mí amor". Y le contó que sufría de hipotensión, y que al ver su liguero bajo, le había disminuido la tensión.

   Luego, ya más calmados, con todo en su lugar, se fueron a dar un paseo.

La tarde estaba cálida, y no paraban de hablar... Era como que las conversaciones fluían sólas... De un lado hacía otro, y bla, bla, bla......

  Entonces, de repente Howie se paró en seco, se arrodilló frente a un parque y le dijo... :

Janny, ¿Quieres casarte conmigo... ? Así, sin más...

  Janny se quedó blanca, inmóvil, y luego poco a poco le fué volviendo el color al rostro... Había sufrido otra mini bajada de tensión momentánea...

Y ya entera de nuevo, le dijo: " Sí. "

    Janny se preguntaba que sería sí no sé hubiese chocado nunca con ese hombre... Ahora su vida iba a cambiar radicalmente. Su Vida íba a pasar de 'one' a ' three' en poco tiempo. Howie, Janny, y sorpresa......

A la mañana siguiente, Janny tuvo una visita sorpresa por la tarde... No había quedado con nadie... Y al abrir la puerta... Tchan! Howie llevaba en brazos un Golden Terrier... Un cachorro... Precioso.

La historia acaba de empezar... Ya tenían planes de boda, el perro, y como buena mujer, los niños... Ya vendrían a su debido tiempo.

  Me imaginaba diez años después... Con tres hermosas niñas, el perrito, ah! Y el gato de Howie, que era muy bueno también.

   Bueno, ya lo tenían casi todo planeado, faltaba el vestido de boda, un vestido blanco hermoso aún por ver. Y el traje negro de Howie con pajarita.

   Se fue Janny con su mejor amiga Esther a comprar el vestido.

Vió varios de fiesta, de colores... Hasta que... Por fín! Allí estaba su vestido. Era blanco precioso... Se enamoró de él... Se lo ajustaron y tralará! Ya sólo quedaba Fecha para la Boda.

Los casaría el pastor, en la playa, como en las fiestas ibicencas. Cerca del Mar...

El Sol... Y la Nueva Vida pronto tendría lugar... En Diciembre.

   - "El día de mí boda! Yaaa!! Me voy a casar, toda de blanco... No me lo puedo creer. Con el hombre de mí Vida... "

   Janny estaba radiante, espléndorosa, fantástica... Iluminaba luz por sus hermosos ojos verdes. Eran como destellos de Amor...

   Howie... Howie estaba como siempre; no, mentira, estaba mucho más guapo...

Parecía el galán guapote de una buena película...

   Se vieron... Y corazoncitos transparentes flotaban por el aire... Eso fué como un Amor a primera vista... 

Quedaron absortos el uno en el otro, y a penas pudieron llegar al altar sin tropezar... 

Tuvieron una suerte inmensa de conocerse, y justo hoy, estaban haciendo sus sueños realidad...

- "Sí, Te Quiero en mí Vida. "

- "Sí, Te Amaré hasta que la muerte Nos separe... "

   Y se casaron. A los dos años, vinieron tres hermosas niñas: Sheila, Martina, y Edurne.

Fueron felices... Los primeros años, el papá trabajaba, y la madre se quedó al cuidado de las niñas y de la casa.

Cuando ya crecieron... con 18 años, la madre, Janny, entró a trabajar en una tienda de ropa... Ya tenía ganas... Pues no tenía el suficiente carisma para ser modelo, pero sí le hacía mucha ilusión trabajar en una tienda de moda, y comenzar cuánto antes... Mejor.

   Mientras tanto, Howie seguía enganchado a su dispositivo misterioso, le añadió un cable más... El blanco.

Más tarde, un año después, le añadió el último cable... El plateado. ¿Y para qué servía todo ésto? Sólo él lo sabe...

Bueno, y Yanny... Un poco también, pues pudo comprobar que ese aparatejo daba descargas... ¿Finalidad? Contra violadores, ladrones..... Y demás...

Ya lo tenía casi terminado... Pues lo probó con un objeto inerte, y la descarga que le propulsó fué alucinante... Rompió un vaso de cristal!!

   Estaba a punto de comercializarlo, cuando algo ocurrió en sus vidas...

  Un día, salieron todos de casa a festejar el cumpleaños de las tres niñas, y se llevaron al perro con ellos. El restaurante era Espectacular, y estaban todos encantados.

Mientras tanto... El michi de la familia, escuchó un ruido, sólo en casa, y se metió debajo del sofá...

   Un ladrón... De mediana edad, con gafas de sol negras, entró a la casa recorriendo cada rincón... No encontraba nada de su interés... Pues vivían bien, pero sin lujos aparentes.

Y entonces se topó contra la mesa, se quedó pasmado, al ver ese objeto tan extraño con tanto cable... Lo cojió con guantes, y lo metió en un saco... Y se fué.

   Los demás, seguían de cumpleaños, y ya, con la tarta, el reloj marcó las 5 de la tarde... Se volvieron a casa... Quitaron la alarma, no encontraban al gato... Yanny sacó unas chuches para gatos, y lo llamó... Apareció por fín... Estaban todos un poco extraños, porque el gato no había salido a recibirlos... Cuando ya salió, volvió la Paz al hogar, hasta que... 

Howie, dijo... "¿Habéis cojido alguien mí dispositivo?... Estaba en la mesa." Todos negaron, pero el gato volvió a desaparecer... Howie... Pensó, "ya está, me lo han robado." Y el gato volvió a salir...

   Tuvo que comenzar de nuevo, a mirarse bien todos los tatuajes que llevaba hechos... A revisar la libreta de de sus apuntes..... Juntó todos los cables que tenía en un cajón... Sacó un par de pilas, y empezó a ver qué podía hacer con todo eso... Comenzó a unir piezas, y en un momento lo tenía todo hecho... "Menos mal" dijo Yanny, aunque en realidad, si no fuera por ese extraño dispositivo, no habrían tenido una conversación tan importante; pues ahí, és cuando todo comenzó.

  Finalmente, Howie pudo comercializarlo, y aunque seguía siendo profesor, estaba orgulloso de su invento, pues lo que marcó una diferencia grande en su Vida, le permitió sacarse un extra de ingresos.

La Familia vivió Feliz: Janny, Howie, las tres hijas, el michi y el perro.

  

   Y colorín colorado, éste cuento se ha acabado.