Dulce Y Koldo

   Dulce era linda por dentro. Linda por fuera. Su nombre era su mejor tarjeta de presentación.

   Salía a pasear, e iba desprendiendo dulzura. Su cabello, a mechas de colores, emanaba toda la alegría que llevaba en su corazón.

   Koldo, era más serio que Dulce. Más neutro, más precavido. Pero un día vió a Dulce tomando café en la cafetería, y se enamoró de ella.

   Ahora, juntos, los días pasaron a ser más equilibrados, más luminosos, y más especiales. Las energías de los dos se compaginaban y entraban en armonía.
Tuvieron hijos, y fueron la Familia Feliz.

   Y colorín colorado. Éste cuento se ha acabado.

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